Lo de Lisboa, puro teatro
Lo de Lisboa, puro teatro
20 NOV 2010 09:45
20 NOV 2010 09:45
Tarin Kot (Afganistán).- Sonrisas ante las cámaras, trajes de chaqueta y peinados de peluquería. La cumbre de la OTAN en Lisboa se ve, estando en Afganistán, como si se tratara de algo de otro mundo, a pesar de que lo que se habla allí es precisamente de este país. O al menos eso es lo que se dice, aunque a veces te entran serias dudas.
“La OTAN prevé que España ceda en 2012 el control de su provincia afgana”, “La OTAN confía plenamente que abandonará Afganistán en 2014”, “La Alianza Atlántica ve posible traspasar la seguridad a Afganistán antes de lo previsto” son algunos de los titulares sobre la cumbre que la prensa española ha publicado en las últimas horas.
Aquí, en Uruzgán, la provincia del sur de Afganistán en la que me encuentro y de donde Holanda empezó a retirar sus tropas en agosto, los policías y soldados afganos, que son los que en teoría deberán encargarse en solitario de la seguridad del país cuando las tropas internacionales se vayan, no tienen ni idea de que a más de seis mil kilómetros de distancia se está decidiendo que ellos tendrán que cargar con el muerto.
Ya ahora están pagando un alto precio: por ejemplo, entre enero de 2007 y octubre de 2008, el ejército afgano perdió 505 militares, y la policía, 1.215 agentes. Esta semana en Uruzgán tres policías más murieron como consecuencia de un artefacto explosivo.
“Cuando a finales de 2009, el presidente Obama fijó la fecha para el inicio de salida en julio de 2011 no se habían cumplido ninguno de los objetivos estratégicos de la intervención internacional en materia de seguridad, gobernanza y desarrollo, ni se habían conseguido los objetivos fijados en la de la estrategia de seguridad aplicada hasta entonces. El relevo, en lugar de culminar un proceso de transición, se ha convertido en la apertura del mismo”.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, es miembro del patronato del Real Instituto Elcano. Así pues, ella sabe bien, como todos los asistentes a la cumbre de la OTAN, que lo de Lisboa es puro teatro porque nadie tiene ni idea de qué pasará en Afganistán.
(Mónica Bernabé, Elmundo)
Aquí, en Uruzgán, la provincia del sur de Afganistán en la que me encuentro y de donde Holanda empezó a retirar sus tropas en agosto, los policías y soldados afganos, que son los que en teoría deberán encargarse en solitario de la seguridad del país cuando las tropas internacionales se vayan, no tienen ni idea de que a más de seis mil kilómetros de distancia se está decidiendo que ellos tendrán que cargar con el muerto.
Ya ahora están pagando un alto precio: por ejemplo, entre enero de 2007 y octubre de 2008, el ejército afgano perdió 505 militares, y la policía, 1.215 agentes. Esta semana en Uruzgán tres policías más murieron como consecuencia de un artefacto explosivo.
“Cuando a finales de 2009, el presidente Obama fijó la fecha para el inicio de salida en julio de 2011 no se habían cumplido ninguno de los objetivos estratégicos de la intervención internacional en materia de seguridad, gobernanza y desarrollo, ni se habían conseguido los objetivos fijados en la de la estrategia de seguridad aplicada hasta entonces. El relevo, en lugar de culminar un proceso de transición, se ha convertido en la apertura del mismo”.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, es miembro del patronato del Real Instituto Elcano. Así pues, ella sabe bien, como todos los asistentes a la cumbre de la OTAN, que lo de Lisboa es puro teatro porque nadie tiene ni idea de qué pasará en Afganistán.
(Mónica Bernabé, Elmundo)
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